martes, 25 de septiembre de 2018

Fotopoesía (VI)


Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora que miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Juan Álvarez Gato: noble poeta



El nombre de Juan Álvarez Gato no es un nombre precisamente conocido, pero lo cierto es que tuvo su importancia hace cinco siglos, en la España isabelina.

Nacido en 1440, fue caballero de Castilla 1453, sirvió al rey Enrique IV y fue mayordomo de la reina Isabel I, además de ser un fiel amigo del arzobispo de Granada fray Hernando de Talavera, entre otros logros. Pero mucho más importante, al menos en lo que a este blog respecta, Juan Álvarez fue poeta, y ya fuese por la vida que llevó, marginado por judíos y cristianos debido a su conversión al cristianismo siendo judío o por el talento innato que poesía, su obra llega a las 104 composiciones, enmarcándose en la lírica cancioneril.

Calle homenaje en Madrid.

Sus versos tratan de manera extraordinaria temas amorosos -considerado uno de los mejores-, satíricos y religiosos. Un ejemplo de ello es el poema "A una señora", que hoy traemos, y que posee un ritmo y una musicalidad brillante.

Murió en 1509, aunque desconocemos las causas.


A una señora

Vos mayor en hermosura,
yo el mayor enamorado;
vos mayor en el estado,
yo mayor en la tristura;
vos sin pena y sin dolor,
yo corrido de fortuna,
que por vuestro gran valor
como en todo sois mayor,
distes más bravo dolor
a mi vida que ninguna.

sábado, 8 de septiembre de 2018

"Toda una vida", bolero cubano

Existen canciones que, las cante quien las cante, no pierden su esencia. Tal es el caso de "Toda una vida", bolero escrito por el cubano Osvaldo Farrés en 1943 y dedicada a su mujer Finita. Destacar que, según se dice, fue un amor a primera vista.

De esta canción existen varias versiones, pues tanto letra, sencillez en su máxima expresión, como música resultan, a todas luces, cautivadoras. Entre todas ellas, el cubano Antonio Machín la popularizó en España y Pedro Guerra, tinerfeño, hizo su propia versión en su disco Contigo en la distancia, en el año 2010, cambiando completamente la instrumentación de la misma.

Pero como el arte habla siempre por sí mismo, os dejamos con la letra y un enlace a las versiones comentadas.



Toda una vida me estaría contigo,
no me importa en qué forma,
ni dónde, ni cómo, pero junto a ti.

Toda una vida te estaría mimando,
te estaría cuidando como cuido mi vida,
que la vivo por ti.

No me cansaría de decirte siempre,
pero siempre, siempre,
que eres en mi vida ansiedad,
angustia y desesperación.