Hay gente que no se conforma con dedicarse a la docencia y que, con tal de quitarse el gusanillo de encima, se dedican también a la música. Tal es el caso de António Pedro da Silva Chora Barroso (o Pedro Barroso, como es más comúnmente conocido).
Nacido en Lisboa en 1950, Pedro Barroso fue profesor de Educación Fïsica durante veinte años. Obtuvo en 1988 el diploma de postgraduado en Psicoterapia Comportamental, habiendo trabajado en el área de Salud Mental y Musicoterapia durante algunos otros y siendo pionero en este campo en la enseñanza a niños sordo-mudos.
No es extraño escuchar referencias a su persona como trovador, término que lo define, al menos para un servidor, a la perfección, pues cuenta a sus espaldas con alrededor de veinte álbumes musicales con letras verdaderamente agudas.
El mejor ejemplo que he conseguido encontrar para mostrar su talento es el siguiente concierto, en el que dedica voz, cuerpo y alma a un texto de su puño y letra:
"Cada
uno de nosotros nace con un artista dentro: un poeta, un escultor, un
aventurero, un científico, un pintor, un arqueólogo, un estilista,
un astronauta, un cantante, un marinero. Y el sueño y la distancia y
el tiempo y la nostalgia nos dieron vida, amor, problemas, mentiras y
verdad; y vamos nosotros mismos descubriendo que ahora, quizá, ya es
un poco tarde. Y en las memorias viejas y secretas de la niña vivía
siempre ese sueño de un día ser bailarina, actriz, modelo,
princesa, muy rica. ¡Yo qué sé!
Pero los años corrieron en un
asombro y la vida fue injusta de cualquier manera para la llama
indeleble que aún arde. Y los hijos son bonitos en su pecho. Pero
ahora ya es tarde.
Y en
los papeles antiguos que rasgamos hace siempre media docena que
guardamos.
Son
los planes de la conquista del Polo Norte que hicimos a los siete
años, escondidos en el ático una tarde, y estuvieron perdidos
treinta años. Y ahora, quizá, ¡maldita suerte! Por descuido, o
acaso olvido, alguien ya descubrió el Polo Norte y ahora… ahora ya
es tarde.
Hay
siempre en los cajones escritores secretos, científicos y doctores,
diseños y proyectos constructores hechos de niños de todo lo que
soñamos hacer cuando fuera nuestra vez; científicos en busca de
Plutón, arqueólogos en Egipto, viajeros siempre sin destino,
futbolistas exitosos en el Inter de Milán. Y el curso de la vida fue
traidor, y el curso de la vida fue cobarde, y el ciclo del tiempo se
completó, y ahora… paciencia, ahora ya es tarde… ahora es tarde.
En
el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia o de
su propia familia, y tan despiadadamente tarde… no…. pero no, no,
¡nunca es tarde para soñar!
¡Mañana
partimos todos a Estambul, Vladivostock, Alaska, Oslo, Dakar! Vamos a
la selva, a Timor, a abrazar a esa gente y a los escaparates de
Amsterdam (que al final tampoco soy diferente). Llegando a Tokio en
horas de cena, después tenemos que volver a Bombay, pasando por
Macao y Calcuta, que encuentro Portugal en todas partes e incluso
huyendo nunca salgo de mí.
Y si ese marinero, galán, aventurero, ese, que ya no hay, pues me sabe cumplir con coherencia, en los límites decentes de la demencia, en los límites dementes de la decencia; y cumplimos todos, ya ahora, hasta el final, en lo que hacemos, en la diferencia de lo que sea y digamos. Y preguntando, creando rebeldías, confiando en lo que creemos y que todavía somos capaces de soñar. Y si aquello que nos da todos los días no es cosa que se oye o se deslice, que al menos nunca abdicamos de pensar con derecho a la ironía, al sueño, al ser diferente. Y será tal vez una forma inteligente de, después de todo, nunca, nunca, nunca es demasiado tarde para vivir, nunca es demasiado tarde para comprender, nunca es demasiado tarde para exigir, nunca es demasiado tarde para DESPERTAR".
Y si ese marinero, galán, aventurero, ese, que ya no hay, pues me sabe cumplir con coherencia, en los límites decentes de la demencia, en los límites dementes de la decencia; y cumplimos todos, ya ahora, hasta el final, en lo que hacemos, en la diferencia de lo que sea y digamos. Y preguntando, creando rebeldías, confiando en lo que creemos y que todavía somos capaces de soñar. Y si aquello que nos da todos los días no es cosa que se oye o se deslice, que al menos nunca abdicamos de pensar con derecho a la ironía, al sueño, al ser diferente. Y será tal vez una forma inteligente de, después de todo, nunca, nunca, nunca es demasiado tarde para vivir, nunca es demasiado tarde para comprender, nunca es demasiado tarde para exigir, nunca es demasiado tarde para DESPERTAR".
Um texto com este só podia ser escrito e lido por um génio que se chama Pedro Barroso .Parabéns VIVA QUEM CANTA
ResponderEliminarPedro faz parte da imortalidade na Cultura Portuguesa!
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