Hay tantas reflexiones, preguntas, incógnitas sobre el amor, que uno se echa las manos a la cabeza por no poder abordarlas todas. Así que, por una más, no creo hagamos mal a nadie.
Puede haber agua sin mar;
no puede haber mar sin agua.
Pueden callarse los ruidos;
no puede haber silencio en las aulas.
Puede haber sol sin luna;
no puede haber noche sin luz.
Pero ¿pueden quererse dos corazones
aunque solo uno siga vivo?
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