Parece ser que cuando uno tiene talento, no basta para tener éxito en la vida. Se necesitan, además, otras características cuyas variables pueden resultar infinitas.
Ludovicus van Beethoven (según su acta de bautismo), escribió nueve sinfonías cuya importancia todos conocemos. Pero al parecer no era suficiente para Giuletta Guicciardi (en quien se inspiró para escribir el famoso "Claro de Luna"), ni para su prima Josefina, ni tampoco para Teresa Malfatti cuando el compositor alemán le pidió matrimonio.
Foto de Beethoven en uno de sus habituales paseos después del almuerzo. |
Pero dejó, al menos, tres cartas dedicadas a una mujer cuya identidad aún sigue siendo desconocida. En realidad, no se sabe si se trata de la misma mujer o no.
Los expertos dicen que podría tratarse de Antonieta Bretano, hija de un diplomático vienés. Se dice también que podría haberle compuesto las Variaciones Diabelli y sus dos últimas sonatas para piano, opus 110 y 111, y que Antonieta, al enterarse de la muerte del músico, comenzó a escribir los nombres de los seres queridos que habían fallecido. Hacia el final de su vida, la lista llenaba varias páginas. La primera línea decía: "Beethoven, 26 de marzo de 1827".
No se sabe si las cartas fueron enviadas, y mucho menos recibidas, pues se encontraban entre los objetos personales del compositor. Sea como fuere, lo cierto es que están llenas de una calidad poética inigualable.
La primera carta está fechada un 6 de julio de 1812:
"Aunque sigo en la cama, mis pensamientos van hacia ti, mi Amada Inmortal, primero alegremente, después tristemente, esperando saber si el destino nos escuchará o no. Yo sólo puedo vivir completamente contigo y si no, no quiero nada. Sí, estoy resuelto a vagar por ahí, lo más lejos de ti hasta que pueda volar a tus brazos y decir que estoy realmente en casa contigo, y pueda mandar mi alma arropada en ti a la tierra de los espíritus. Sí, desgraciadamente debe ser eso. ¿Serás más contenida y prudente desde que conoces mi fidelidad hacia ti? A ninguna más poseerá mi corazón, nunca, nunca. ¡Oh Dios! ¿Por qué tiene uno que ser separado de alguien a quien ama tanto?, y además mi vida es ahora una vida desgraciada. Tu amor me hace a la vez el más feliz y el más desgraciado de los hombres. A mi edad yo necesito una vida tranquila y estable, ¿puede existir eso en nuestra relación? Ángel mío, me acaban de decir que el coche correo va todos los días, debo cerrar la carta de una vez y así podrás recibirla ya. Cálmate, sólo a través de una consideración calmada de nuestra existencia podemos alcanzar nuestro propósito de vivir juntos. Cálmate, ámame, hoy, ayer, qué lágrimas anhelantes por ti, tú, mi vida, mi todo, adiós. Continúa amándome, nunca juzgues mal el corazón fiel de tu amado.
Siempre tuyo.
Siempre mía.
Siempre nuestros".
Fuentes: https://palomavaleva.com/es/cartas-a-amada-inmortal-de-beethoven/
https://www.elperiodico.com/es/dominical/20160406/beethoven-amada-inmortal-5030652
http://cartasfamosas.blogspot.pt/search/label/Carta%20de%20Beethoven%20a%20su%20%22amada%20inmortal%22
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