domingo, 31 de diciembre de 2017

Quino (o cómo debería ser la vida)


Por todos es conocido el personaje que ilustra estas líneas. Su autor, o la mente creadora de tan entrañable personaje, es la de Joaquín Salvador Lavado Tejón, más ampliamente conocido como Quino.

Nacido en la ciudad de Mendoza, en Argentina, en el año de 1932, Quino ha llegado a publicar, además de Mafalda (que comenzó como publicidad para lavadoras) un sinfín de historietas, chistes e ilustraciones a lo largo de cincuenta y cinco años.


Suyo es también el texto sobre cómo debería ser la vida: al revés, texto cuya autoría suele atribuirse erróneamente a Woody Allen.

Helo aquí:

La vida debería ser al revés.
Se debería empezar muriendo y así ese trauma quedaría superado.
Luego te despiertas en un hogar de ancianos mejorando día a día.
Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión.
Luego, en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro.
Trabajas cuarenta años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral.
Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo, no tienes problemas graves y te preparas para empezar a estudiar.
Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé.
Y los últimos nueve meses te pasas flotando tranquilo, con calefacción central, room service, etc.
Y al final… ¡abandonas este mundo en un orgasmo!

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Viggo Mortensen

Que Aragorn escriba poesía es algo que, si se piensa bien, no parece tan descabellado. Porque una travesía como la que recorrió el heredero de Isildur por la Tierra Media es, cuanto menos, inspiradora.

Viggo Peter Mortensen (Nueva York, 1958) es, además de actor, músico, fotógrafo, pintor y poeta. Y es esta última faceta suya la que nos interesa.

Tal es su afición por el mundo de las letras que en 2002 creó la editorial Perceval Press, a través de la cual ha publicado sus poemas y fotografías.






A sus espaldas lleva la friolera de quince libros, entre historias (Coincidence of Memory, 2002) y poemas.

Su último libro, Canciones de invierno (2010) es un trabajo "fruto de viajes y trabajo durante los últimos dos inviernos del Norte y del Sur". Cuenta con una versión en inglés y otra en castellano, pues su autor pasó su infancia en Argentina y Venezuela, razón por la cual domina el castellano y habla con cierta fluidez catalán.


Un beso de esos

Y te acordarás de noches
ya entrando en invierno
cuando volvíamos solos
vos y yo con las estrellas
y la luna, hablando poco,
sin horizontes, quietos
con ojos en las mansas
curvas de la carretera
desierta, manos y caras
tan cerca, sin saber
pero sabiendo a lo mejor
algo, cómodos juntos,
disfrutando el viaje
por ese nuevo mundo,
esa vida, esos minutos,
esas horas sin contar.
Sin prisa, sin dudas,
sin más que la sencilla
alegría de conocernos.

La verdad, aunque moleste,
es contagiosa. Encuentro
árboles que se agachan
dondequiera que vaya,
contándome sus secretos.
Me empapa la lluvia roja
y azul, de tantos colores.
Sos la isla que imagino.
Oigo arranques inciertos
de un antiguo piano ruso
que se ahoga, deslizando
pobres preludios, callando
hacía un mejor silencio.
Noto cambios en tu piel,
ruidos salen de tus dedos.
Tu mirada es de buho, fija
y luminosa, guiándome
para que siga tu soñar.
Estoy de acuerdo con todo
lo que me enviás. Tu voz
parte la niebla, mis labios
beben golpes de tu tambor,
preciosa jaula de costillas
que vibra con gritos acabados.
Duele la fuerza del bienestar,
de nuestra limpia conexión.

Doy gracias a la misteriosa
clemencia de todo lo santo
que te puso en mi camino.
Podríamos rastrear juntos
si queremos ver lo que hay
adelante, avanzar mano
en mano, boca a boca,
unidos por las tripas,
la memoria, brindando
por el futuro regalado.
Agradezco inundación
del Sí. No cabe miedo
en el repentino paraíso
que alimenta la ternura.
Te quiero lavar, peinar,
y no te secaré. Quiero
que te acostés sobre mí,
que me moje, me derrita
y me hunda la pureza
de tu deseo. Me enfermo,
lo acepto. Llamás, contesto.
No supe hasta que te fuiste,
ni sé ahora que no estás,
cuanto habías querido ver,
cuanto quedó por decir.

Cuando anoche me frenó
tu sabio reconocimiento
del despegue que intenté
negar me preguntaste
si me faltaba algo. Vos,
dije. Te busco bajo
este cielo de invierno,
despierto, pronunciando
nuestro frágil idioma,
lengua propia, palabras
hundidas en los huesos,
sal que me tiñe la boca
con huellas de tu ausencia.
Volé de noche y me asustó
no hallarte. Extraño tu luz,
tu aire que salva y cura.
Tengo barba, te aviso.
Me llena saber de vos
y quiero que lo sepas.
Respiro con vos. Guardo
las caricias que me diste
y te las voy a devolver
cuando llegue la ocasión.

No sé de donde vino
esa calima, esa cara
de ojo por ojo, ese labio
superior. Sigo sin idea
de otra música, añorando
la sombra de tu parpadeo.
Aún te huelo. Cierro cortinas
para ver lo que dejaste.
Ahorco preguntas, respuestas.
En vano intento curar dudas
fingiendo que no importan.
Tu cuerpo es mi mundo,
todo lo que veo. Tu sol
quiero ser, y ponerme
en tus hombros, sentirte
cerrar los ojos en el nido
de nuestro descanso. Adoro
la marcha de tu corazón,
esa corriente de sangre
que marca el compás
de mi averiado andar. Quedan
brasas del inesperado
desvelo. Recuerdo sin falta,
sin pena, sin fin la hermosura
de la sorpresa, la luna apenas
completandose, rodillas frías,
maleta sin hacer, las fotos
y frases colgadas en el espejo,
el despertador mudo, nariz
contra sábana. Tu cuerpo es
mi mundo. Acabáme la vida

con un beso de esos.

domingo, 17 de diciembre de 2017

El poema más largo del mundo


El título de la entrada lleva un poco a engaño, pero por ahí van los tiros: no se trata del poema más largo del mundo sino del título para un poema más largo del mundo.

El autor es un poeta ruso, Gavriíl Románovich Derzhávin (1743 - 1816), el más importante de la ilustración y clasicismo durante los últimos veinte años del siglo dieciocho.

El título es el siguiente:

Желание зимы его милости разжалованному отставному сержанту, дворянской думы копиисту, архивариусу без архива, управителю без имения и стихотворцу без вкуса.


Desconocemos el significado del mismo, pero gracias a una herramienta llamada Internet sería algo parecido a:

El deseo del invierno de su misericordia para el degradado sargento retirado, el pensamiento del noble de un copista, un archivero sin un archivo, un administrador sin una herencia y un poeta sin gusto.

lunes, 11 de diciembre de 2017

"Oda a la vida retirada", de Fray Luis de León


De entre todas las odas que componen toda la poesía escrita hasta el momento, la de Fray Luis de León (1527 - 1591) es, sin lugar a dudas, una de las más importantes.

En esta "Oda a la vida retirada", el poeta y religioso belmentino resume cuanto preocupaba a aquellos que seguían el movimiento ascético, propio de los fanáticos religiosos y del siglo XVI.

Llena de ritmo, expresividad y una musicalidad envidiable, poco importa no conocer alguna que otra palabra.

¡Ganas dan de dejarlo todo y unirse a Fray Luis!


¡Qué descansada vida 
la del que huye del mundanal ruïdo, 
y sigue la escondida 
senda, por donde han ido 
los pocos sabios que en el mundo han sido; 

Que no le enturbia el pecho 
de los soberbios grandes el estado, 
ni del dorado techo 
se admira, fabricado 
del sabio Moro, en jaspe sustentado! 

No cura si la fama 
canta con voz su nombre pregonera, 
ni cura si encarama 
la lengua lisonjera 
lo que condena la verdad sincera. 

¿Qué presta a mi contento 
si soy del vano dedo señalado; 
si, en busca deste viento, 
ando desalentado 
con ansias vivas, con mortal cuidado? 

¡Oh monte, oh fuente, oh río,! 
¡Oh secreto seguro, deleitoso! 
Roto casi el navío, 
a vuestro almo reposo 
huyo de aqueste mar tempestuoso. 

Un no rompido sueño, 
un día puro, alegre, libre quiero; 
no quiero ver el ceño 
vanamente severo 
de a quien la sangre ensalza o el dinero. 

Despiértenme las aves 
con su cantar sabroso no aprendido; 
no los cuidados graves 
de que es siempre seguido 
el que al ajeno arbitrio está atenido. 

Vivir quiero conmigo, 
gozar quiero del bien que debo al cielo, 
a solas, sin testigo, 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas, de recelo. 

Del monte en la ladera, 
por mi mano plantado tengo un huerto, 
que con la primavera 
de bella flor cubierto 
ya muestra en esperanza el fruto cierto. 

Y como codiciosa 
por ver y acrecentar su hermosura, 
desde la cumbre airosa 
una fontana pura 
hasta llegar corriendo se apresura. 

Y luego, sosegada, 
el paso entre los árboles torciendo, 
el suelo de pasada 
de verdura vistiendo 
y con diversas flores va esparciendo. 

El aire del huerto orea 
y ofrece mil olores al sentido; 
los árboles menea 
con un manso ruïdo 
que del oro y del cetro pone olvido. 

Téngase su tesoro 
los que de un falso leño se confían; 
no es mío ver el lloro 
de los que desconfían 
cuando el cierzo y el ábrego porfían. 

La combatida antena 
cruje, y en ciega noche el claro día 
se torna, al cielo suena 
confusa vocería, 
y la mar enriquecen a porfía. 

A mí una pobrecilla 
mesa de amable paz bien abastada 
me basta, y la vajilla, 
de fino oro labrada 
sea de quien la mar no teme airada. 

Y mientras miserable- 
mente se están los otros abrazando 
con sed insacïable 
del peligroso mando, 
tendido yo a la sombra esté cantando. 

A la sombra tendido, 
de hiedra y lauro eterno coronado, 
puesto el atento oído 
al son dulce, acordado, 
del plectro sabiamente meneado.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Cultivando poesía (XXVIII)

Hoy es un buen día.

Aunque mañana haya examen.


CANTO A LAS BREVES E INFINITAS ESPERANZAS

La reverencia del pianista.
La flor antes de ser flor.
La noche que precede al día.
El día que no termina de llegar.

No hay uno,
uno solo,
que no sea motivo para abrir los ojos


y sonreír.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Amado Nervo y el modernismo


Suele haber cierta tendencia a pensar en los mismos nombres cuando se habla de modernismo literario: Rubén Darío, Enrique Larreta, Manuel Machado, Salvador Rueda... pero nunca, o rara vez, Amado Nervo.

Amado Nervo fue el seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz (1870 - 1919), poeta y prosista mexicano cuya obra tuvo como sello la elegancia en los ritmos, siendo la más ampliamente conocida Los jardines interiores (1905).

Su obra también está caracterizada por un fuerte sentimiento de tristeza, marcado quizás por la muerte de su padre (quien le puso de nombre Amado Nervo al nacer, con la idea de simplificar su verdadero apellido, Ruiz de Nervo) a los nueve años de edad, el suicidio de su hermano Luis, que también era poeta, y el retorno "a la fuente de gracia de donde procedía" de su amada Ana Cecilia Luisa Daillez, a quien hubo de dedicar unos versos medio año después de su muerte.

(Amado Nervo retratado antes de partir como ministro plenipotenciario ante los gobiernos de Argentina, Uruguay y Paraguay, "19182).

El poema, fechado el 7 de julio de 1912, fue añadido a su libro secreto que titularía La amada inmóvil, donde a manera de un diario escrito en versos de particular belleza y amargura, cuenta con detalles los años de la condena de vida que habría de prolongarse en soledad y añoranza hasta 1919, año en que le fue concedido morir para reunirse con ella, la "llena de gracia como el Ave María", como se refirió a su amada en el citado volumen.


Seis meses

¡Seis meses ya de muerta! Y en vano he pretendido 
un beso, una palabra, un hálito, un sonido... 
y, a pesar de mi fe, cada día evidencio 
que detrás de la tumba ya no hay más que silencio...

Si yo me hubiese muerto, ¡qué mar, qué cataclismos, 
qué vórtices, qué nieblas, qué cimas ni qué abismos 
burlaran mi deseo febril y omnipotente 
de venir por las noches a besarte en la frente, 
de bajar, con la luz de un astro zahorí, 
a decirte al oído: “¡No te olvides de mí!”

Y tú, que me querías tal vez más que te amé, 
callas inexorable, de suerte que no sé 
sino dudar de todo, del alma, del destino, 
¡y ponerme a llorar en medio del camino! 
Pues con desolación infinita evidencio 
que detrás de la tumba ya no hay más que silencio...

lunes, 20 de noviembre de 2017

El árbol más poético

Muchos son los temas que, a lo largo de la historia, han sido habituales en la poesía. Podríamos decir que el amor, la muerte y la naturaleza son los que más han dado de sí. Concretamente, dentro de esta última cuestión existe un elemento que ha servido como fuente de inspiración a lo largo y ancho del mundo.

Si nos desplazamos a Rusia y leemos toda su poesía -y tenemos tiempo y ganas para ello- descubriremos un elemento que, como poco, ha sido un claro frecuente: el árbol.

El análisis de unos 3.700 poemas de poetas rusos demostró que el árbol más poético es el abedul, mencionado en 84 poemas. En segundo lugar se encuentra el pino, con 51 poemas; y en tercer lugar el roble, con 48 poemas.

martes, 14 de noviembre de 2017

Paul Auster


A la vista está que no hace ni una hora que terminé de leer El palacio de la luna de Paul Auster y la impresión dejada ha sido tan grande, que no podía por menos compartirlo con vosotros, con la esperanza de que su trabajo llegue también a vuestras vidas.

Nacido en Newark, Estados Unidos en 1947, su obra abarca la novela, el ensayo, las memorias, las traducciones, los cuentos, los guiones de cine -y la dirección de los mismos para la pantalla grande- y la poesía, tratando con un estilo "sencillo pero implacable" temas como el existencialismo, el absurdismo y la búsqueda de un significado y de una identidad personal.

Por suerte, la síntesis es un hecho, y me limitaré a dejar la información ya escrita y un poema cuya elección ha resultado más difícil de lo que podía esperar. Supongo que toca leerle.


Pulso

Esto que retrocede
se acercará a nosotros
al otro lado del día.

Otoño: una sola hoja
comida por la luz: y la verde
y fija mirada del verde
sobre nosotros.
Allí, tierra sin fin,
allí
también nosotros
seremos esa luz,
incluso mientras la luz
muere
en la silueta de una hoja.

Mirada sorprendida
en el hambre del día.
Donde nunca hemos estado
estaremos. Un árbol
echará raíces en nosotros
y se alzará en la luz
de nuestras bocas.

El día se erguirá ante nosotros.
El día nos seguirá
hasta el día.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Cultivando poesía (XXVII)

Cuando un recuerdo se queda para siempre, queda también para siempre el poema.


Era viernes.
Sus ojos se cerraron,
como se cierra una ventana
que no quiere dejar pasar el frío.
Ya dormida, con los brazos en flor,
su respiración marcaba el compás del sueño;
un baile, quizás,
o quizás un eco.

Era viernes.
Sus ojos miraban sus ojos.
En sus sueños, silencio;
en sus ojos, sueños.

(Y un silencio.

Infinito.

Tremendo).

sábado, 4 de noviembre de 2017

Loreena McKennitt

(Loreena McKennitt in 2008, photo by Johan.abit via Creative Commons).

No es la primera vez que hablamos de música en este blog. Y tampoco será la última.

Justo ayer recibía en mi bandeja electrónica un correo del equipo de Loreena McKennitt informándome acerca de una nueva canción de la artista, la primera original después de once años, tras aquel ya mítico An ancient muse (2006), disco con fuertes influencias de la música griega, turca y del medio y lejano oriente.

Loreena McKennitt (Canadá, 1957) es una cantante e intérprete de piano y arpa que, desde 1985 con su primer disco Elemental, se dedica a mezclar música celta con las diferentes músicas del mundo, envolviendo al que la escucha en una extraña y suave atmósfera de la que es difícil salir. Como ejemplo, para poder llevar a cabo la composición de las canciones de su disco The Visit (1994) -y preferido de un servidor- viajó por Venecia, Hungría, Ucrania, España y Asia.


Sus primeras influencias, ya que fueron las que dieron paso a su carrera musical, vienen de la compañía teatral Shakespearean festival donde trabajaba, inspirándose en el poeta William Butler Years para sus letras y en la música de The Bothy Band o Alan Stivell. Hadas, bosques y estrellas son referentes comunes en su obra.

Pero qué mejor que enseñar para ilustrar.


Para ello he escogido "Caravanserai", perteneciente al disco anteriormente mencionado An ancient muse. Adjunto la letra original -tras lo cual aprovecho para pedir disculpas por no haber conseguido mejor traducción y, como siempre, aclarar que siempre queda mejor el resultado original- y una breve explicación sacada de Wikipedia para poderla entender mejor:

El caravasar es un antiguo tipo de edificación surgido a lo largo de los principales caminos donde las caravanas que hacían largos viajes de muchas jornadas -de comercio, peregrinaje o militares-, podían pernoctar, descansar y reponerse los viajeros y animales. Eran verdaderos antecedentes de los modernos hoteles y hostales de carretera.
No quería irme sin comentar algo acerca del vídeo: este extracto pertenece a un concierto realizado en la Alhambra de Granada la noche del 21 de agosto de 2007 (Nights from the Alhambra).




This glancing life is like a morning star
A setting sun, or rolling waves at sea
A gentle breeze or lightning in a storm
A dancing dream of all eternity

The sand was shimmering in the morning light
And dancing off the dunes so far away
The night held music so sweet, so long
And there we lay until the break of day

We woke that morning at the onward call
Our camels bridled up, our howdahs full
The sun was rising in the eastern sky
Just as we set out to the desert's cry

Calling, yearning, pulling, home to you

The tents grew smaller as we rode away
On earth that tells of many passing days
The months of peace and all the years of war
The lives of love and all the lives of fears

Calling, yearning, pulling, home to you

We crossed the river beds all etched in stone
And up the mighty mountains ever known
Beyond the valleys in the searing heat
Until we reached the caravanserai

Calling, yearning, pulling, home to you
Calling, yearning, pulling, home to you

What is this life that pulls me far away
What is that home where we cannot reside
What is that quest that pulls me onward
My heart is full when you are by my side

Calling, yearning, pulling, home to you



Esta vida es como mirar una estrella en la mañana, 
una puesta de sol o las olas en el mar;
una brisa suave o el rayo en una tormenta, 
un sueño en el que bailas durante toda la eternidad. 

La arena brillaba a la luz de la mañana,
y el baile de las dunas a lo lejos.
La noche se celebró con música dulce. Fue larga.
Y allí nos quedamos hasta el amanecer. 

Nos despertamos por la mañana con su suave llamada.
Embridamos nuestros camellos, llenamos nuestros houdahs.
El sol se elevaba en el cielo del este
justo cuando partíamos hacia el grito del desierto. 

Llamando, anhelando, yendo hacia a casa.

Las tiendas se hacían más pequeñas a medida que nos alejábamos
de aquella tierra, que nos contaba acerca de los días pasados, 
Los meses de paz y todos los años de guerra, 
las vidas de amor y todas las vidas llenas de miedos. 

Llamando, anhelando, yendo hacia a casa.

Cruzamos el lecho de los ríos grabados en la piedra, 
y hasta las poderosas montañas jamás conocidas, 
más allá de los valles y el calor abrasador, 
hasta que alcanzamos el caravanserai. 

Llamando, anhelando, yendo hacia a casa.

¿Qué es esta vida que me empuja hacia lo lejos? 
¿Qué es esa casa donde no podemos alojarnos? 
¿Qué es esa búsqueda que me tira hacia delante? 

Mi corazón se llena cuando tú estás a mi lado. 

Llamando, anhelando, yendo hacia a casa.

lunes, 30 de octubre de 2017

Conmemorando a Miguel Hernández

Sí, tal como hoy (30 de octubre) Orihuela vio nacer a uno de los más grandes.

Y no, no nos olvidamos.



Todo está lleno de ti,
y todo de mí está lleno:
llenas están las ciudades,
igual que los cementerios
de ti, por todas las casas,
de mí, por todos los cuerpos.

Por las calles voy dejando
algo que voy recogiendo:
pedazos de vida mía
venidos desde muy lejos.

Voy alado a la agonía,
arrastrándome me veo
en el umbral, en el fondo
latente del nacimiento.

Todo está lleno de mí:
de algo que es tuyo y recuerdo
perdido, pero encontrado
alguna vez, algún tiempo.

Tiempo que se queda atrás
indeleblemente rojo,
dorado sobre tu cuerpo.

Todo está lleno de ti,
traspasado de tu pelo:
de algo que no he conseguido
y que busco entre tus huesos.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Pedro Barroso


Hay gente que no se conforma con dedicarse a la docencia y que, con tal de quitarse el gusanillo de encima, se dedican también a la música. Tal es el caso de António Pedro da Silva Chora Barroso (o Pedro Barroso, como es más comúnmente conocido).

Nacido en Lisboa en 1950, Pedro Barroso fue profesor de Educación Fïsica durante veinte años. Obtuvo en 1988 el diploma de postgraduado en Psicoterapia Comportamental, habiendo trabajado en el área de Salud Mental y Musicoterapia durante algunos otros y siendo pionero en este campo en la enseñanza a niños sordo-mudos.

No es extraño escuchar referencias a su persona como trovador, término que lo define, al menos para un servidor, a la perfección, pues cuenta a sus espaldas con alrededor de veinte álbumes musicales con letras verdaderamente agudas.

El mejor ejemplo que he conseguido encontrar para mostrar su talento es el siguiente concierto, en el que dedica voz, cuerpo y alma a un texto de su puño y letra:


"Cada uno de nosotros nace con un artista dentro: un poeta, un escultor, un aventurero, un científico, un pintor, un arqueólogo, un estilista, un astronauta, un cantante, un marinero. Y el sueño y la distancia y el tiempo y la nostalgia nos dieron vida, amor, problemas, mentiras y verdad; y vamos nosotros mismos descubriendo que ahora, quizá, ya es un poco tarde. Y en las memorias viejas y secretas de la niña vivía siempre ese sueño de un día ser bailarina, actriz, modelo, princesa, muy rica. ¡Yo qué sé!

Pero los años corrieron en un asombro y la vida fue injusta de cualquier manera para la llama indeleble que aún arde. Y los hijos son bonitos en su pecho. Pero ahora ya es tarde.
Y en los papeles antiguos que rasgamos hace siempre media docena que guardamos.
Son los planes de la conquista del Polo Norte que hicimos a los siete años, escondidos en el ático una tarde, y estuvieron perdidos treinta años. Y ahora, quizá, ¡maldita suerte! Por descuido, o acaso olvido, alguien ya descubrió el Polo Norte y ahora… ahora ya es tarde.

Hay siempre en los cajones escritores secretos, científicos y doctores, diseños y proyectos constructores hechos de niños de todo lo que soñamos hacer cuando fuera nuestra vez; científicos en busca de Plutón, arqueólogos en Egipto, viajeros siempre sin destino, futbolistas exitosos en el Inter de Milán. Y el curso de la vida fue traidor, y el curso de la vida fue cobarde, y el ciclo del tiempo se completó, y ahora… paciencia, ahora ya es tarde… ahora es tarde.
En el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia o de su propia familia, y tan despiadadamente tarde… no…. pero no, no, ¡nunca es tarde para soñar!

¡Mañana partimos todos a Estambul, Vladivostock, Alaska, Oslo, Dakar! Vamos a la selva, a Timor, a abrazar a esa gente y a los escaparates de Amsterdam (que al final tampoco soy diferente). Llegando a Tokio en horas de cena, después tenemos que volver a Bombay, pasando por Macao y Calcuta, que encuentro Portugal en todas partes e incluso huyendo nunca salgo de mí.

Y si ese marinero, galán, aventurero, ese, que ya no hay, pues me sabe cumplir con coherencia, en los límites decentes de la demencia, en los límites dementes de la decencia; y cumplimos todos, ya ahora, hasta el final, en lo que hacemos, en la diferencia de lo que sea y digamos. Y preguntando, creando rebeldías, confiando en lo que creemos y que todavía somos capaces de soñar. Y si aquello que nos da todos los días no es cosa que se oye o se deslice, que al menos nunca abdicamos de pensar con derecho a la ironía, al sueño, al ser diferente. Y será tal vez una forma inteligente de, después de todo, nunca, nunca, nunca es demasiado tarde para vivir, nunca es demasiado tarde para comprender, nunca es demasiado tarde para exigir, nunca es demasiado tarde para DESPERTAR".

lunes, 23 de octubre de 2017

Cultivando poesía (XXVI)

Digamos que hoy me apetece compartir unas líneas de mi puño y letra.

Espero les guste.


Se precisan años;
de experiencia,
para trabajar;
de práctica,
para ser pianista profesional;
se precisan cinco huevos
para hacer tortilla para
dos personas;
se precisa de inteligencia
para hacer la raíz cuadrada;
de oídos útiles y funcionales
para la quinta sinfonía;
se precisan dos manos
para saludarse;
una boca, para
no morir de hambre
y dos labios,
para no morir,
que para eso ya está el hambre;
se precisa una sonrisa
para ser feliz;
ojos,
para mirarse al espejo
y sonreírse;
se precisan muchas cosas
para una misma vida;
para quererte,
sin embargo,
tan solo hace falta un corazón:
el mío.


jueves, 19 de octubre de 2017

José Manuel Díez


Algún día hablaremos sobre todos aquellos poetas que nacieron en mi ciudad, Badajoz, porque lo cierto es que hay muchos pero, por alguna extraña razón, no son reconocidos como corresponde.

Pero hoy nos centraremos en José Manuel Díez, nacido en Zafra. A muchos ese nombre no les sonará, pero quizás si digo El desván del duende todo resulte más familiar. Fue, hasta 2014, vocalista de tal banda musical. Como poeta ha publicado cuatro obras: 42, La caja vacía, Baile de máscaras y Estudio del enigma. Ha recibido diversos reconocimientos por toda ella, como el Premio Vicente Aleixandre en 2005 o el Premio Hiperión en 2013, entre otros.


En 2015, y bajo el nombre artístico de Duende Josele, comienza una nueva etapa musical con la colaboración de El Lichis (La cabra mecánica) o José Mercé, con quien comparte desde 2008 el galardón de Defensor de la cultura extremeña. Además, compagina la poesía escrita con la visual, el artículo periodístico y el relato, acercando el mundo de las letras a institutos e incluso centros penitenciarios.

A modo de muestra, aunque pequeña (queda ya en el lector la labor investigativa), nos despedimos con un poema perteneciente a su primer poemario, 42.


Una mujer y un hombre

Una mujer y un hombre son un mundo.
No saben lo que son si no se tocan,
si no sellan un pacto
de libertad común cuando están solos.
No entienden lo que son si no se aman.

Se miran una noche, son felices.
Revelan un secreto indescifrable
fuera de sus fronteras.
No gozan del misterio de estar vivos
más allá del enigma que los une.

Una mujer y un hombre tienen miedo
(a veces tienen miedo),
mas, si agregan sus miedos, los enfrentan,
los colman de coraje, sienten fe.

domingo, 15 de octubre de 2017

Lope de Vega y la prolificidad

(Lope Félix de Vega Carpio, obra atribuida a Eugenio Cajés, 1627).

Se dice que Félix Lope de Vega y Carpio fue un autor tan prolífico que llegó a escribir más de una obra de teatro en un solo día, y se le atribuyen, en total, miles de sonetos, novelas, novelas cortas, poemas... él mismo aseguraba haber escrito más de 1.500 obras de teatro, aunque solo se conocen 300. Entendamos ese "aunque" como clarificador entre un número y otro y el "solo" de la misma manera.

Cierto o no, lo que sí sabemos es que no es nada fácil escribir tanto y pasar a la historia por la calidad de tal trabajo y no por el hecho de haber escrito con tanta prolificidad.

martes, 10 de octubre de 2017

El pan no está duro... duro es no tener pan

A veces conviene pararse a pensar. Y eso es justo lo que vamos a hacer hoy.

Recién leí un texto gracias a alguien que, justo por dicho texto, me he parado a pensar y efectivamente, se ha convertido en parte esencial de mi vida. Así que la entrada de hoy vamos a utilizarla para dos cosas -y otra más de regalo-: uno, para pararnos a pensar quién es importante en nuestra vida; dos, para pararnos a pensar -así, en general-; y tres, para pararnos a ver Truman, película del director español Cesc Gay estrenada en 2015 que plantea justo aquel primer objetivo que comentábamos: pensar quién es importante en nuestras respectivas vidas.

El susodicho texto viene de manos del destacado psicólogo Wilder Hernández (Santiago de Chile) y que, adelantándonos a acontecimientos, no será lo primero que compartamos de él. Helo aquí:


"Parece mentira, pero somos especialistas en quejarnos, y la mayoría de las veces nos quejamos sin razón, sin sentido, por tonterías, por egoísmo. 'El pan no está duro... duro es no tener pan'.

¿Qué quiere decir esto? Que el trabajo que tienes no es duro, duro es no tener trabajo. Que tener el carro dañado no es duro, duro es no tener un carro. Que por tener el carro dañado y tener que caminar a tomar el bus eso es duro, no; eso no es duro, duro es no tener piernas, duro es no poder caminar. 

Comer arroz con sardina no es duro, duro es no tener comida. Perder la causa en algún problema familiar no es duro, duro y créeme que muy duro es perder un familiar. 

Decir, TE AMO mirando a los ojos de otra persona no es duro, duro es decirlo frente a una lápida o un féretro donde ya no tienen sentido las palabras. Quejarse no es duro, duro es no saber ser agradecidos. 

Hoy es un buen día para dar gracias a Dios por lo que tenemos y no dejar que nuestra felicidad dependa de algo o de alguien. 'Nuestra felicidad depende de nosotros mismos y de lo agradecido que seamos con lo que tenemos'".

viernes, 6 de octubre de 2017

Cultivando poesía (XXV)

Después de leerme, creo que hoy toca compartirme.


Si querer fuera fácil...

ah, pero el tiempo no perdona.

Y si acaso estuvieras más cerca,
-porque estás cerca,
o eso quiero creer-,
no habría más que agachar
levemente la mirada,
para no huir en el intento,
y decírtelo todo,
de principìo a fin.

Pero no es fácil, no.

Y si acaso fueras tú
la que me quisiera,
entonces todo sería mucho más sencillo:
podría mirarte a los ojos
y escuchar cada principio
y cada fin,
esperando a que no acabases
nunca, arrastrándome levemente
como se arrastra uno levemente hacia el sueño.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Greguerías o el arte de lo breve

(Ramón Gómez de la Serna).

Conseguir decir mucho con poco nunca fue tarea fácil. Pero Ramón Gómez de la Serna (1888 - 1963) fue todo un maestro.

Escritor prolífico y de gran ingenio, fue también impulsor del género literario conocido como greguerías. Estas no son más que textos breves, a ser posible de una sola línea y a través de las cuales se expresa una idea de manera aguda y original. El literato planteaba la siguiente fórmula para llegar a ellas:

humorismo + metáfora ➝ greguería.

Y decía, además:

Desde 1910 me dedico a la greguería, que nació aquel día de escepticismo y cansancia en que cogí todos los ingredientes de mi laboratorio, frasco por frasco, y los mezclé, surgiendo de su precipitado, depuración y disolución radical, la greguería. Desde entonces, la greguería es para mí la flor de todo lo que queda, lo que vive, lo que resiste más al descreimiento. La greguería ha sido perseguida, denigrada, y yo he llorado y reído por eso entremezcladamente, porque me ha dado pena y me ha hecho gracia.

Se le atribuyen más de mil greguerías. Por ello, he aquí una recopilación personal que espero ayude a ilustrar lo dicho:


Como daba besos lentos, duraban más sus amores.

El par de huevos que nos tomamos parece que son gemelos, y no son ni primos terceros.

El polvo está lleno de viejos y olvidados estornudos.

La leche es el agua vestida de novia.

Las pasas son uvas octogenarias.

Al calvo el peine le sirve para hacerse cosquillas paralelas.

El etc., etc., etc. es la trenza de lo escrito.

El vapor es el fantasma del agua.

La morcilla es un chorizo lúgubre.

El cometa es una estrella a la que se le ha deshecho el moño.

Roncar es tomar ruidosamente sopa de sueños.

¿Y si las hormigas fuesen ya los marcianos establecidos en la Tierra?

martes, 26 de septiembre de 2017

Para tener siempre presente

(De izqda. a dcha.: Luis García Montero, Javier Egea, Rafael Alberti, Martín Olid, Joaquín Sabina y Benjamín Prado en la presentación, en el Palacio de los Condes de Gabia de la colección “Maillot Amarillo”, 1986).

Resulta maravilloso saber que, aunque parezca imposible, detrás de un gran poeta hay siempre una identidad un tanto distinta, aunque no muy alejada, de esa otra que nos es expuesta al gran público; como resulta también maravilloso saber que, detrás de una gran persona, hay una gran amistad.

Una de esas amistades es la de Joaquín Sabina y Rafael Alberti, aunque en palabras de aquel "no fuesen tan amigos como otros, pero pueda presumir de que fue uno de los pocos que meó con él en la tapia de la Real Academia".

Y es que Alberti, vaya usted a saber en qué momento y a cuento de qué, le dijo a estotro:

"Tómate siempre muy en serio tu obra y muy en broma a ti mismo".

Tal fue el consejo que, poetas y no poetas, valen a todos por igual.

viernes, 22 de septiembre de 2017

De ciudades y otras historias

Estar en otra ciudad de visita, viviendo en ella o simplemente verla en pintura -y no tiene por qué ser una buena pintura- puede suponer ya no conocer acerca de esa ciudad, sino de una ciudad totalmente diferente.

En mi caso me encuentro en Lisboa, pero hoy he conocido Besanzón. Y es que esta ciudad en concreto es la ciudad que vio nacer al poeta, dramaturgo y novelista francés Victor Marie Hugo (1802 - 1885). O simplemente Victor Hugo.

El poema que hoy traigo es un poema escrito del poeta a su hija fallecida. Importante es saber también que, así como en España aprendemos La canción del pirata de Espronceda, en Francia aprenden este poema en particular.

Cómo he llegado a él es algo que me reservo, por aquello de mantener el misterio sin razón alguna. Solo espero no hacerlo mal en la traducción; oh, esperen, cuento con ayuda profesional.



Demain, dès l'aube, à l'heure où blanchit la campagne,
je partirai. Vois-tu, je sais que tu m'attends.
j'irai par la forêt, j'irai par la montagne.
je ne puis demeurer loin de toi plus longtemps.

Je marcherai les yeux fixés sur mes pensées,
sans rien voir au dehors, sans entendre aucun bruit,
seul, inconnu, le dos courbé, les mains croisées,
triste, et le jour pour moi sera comme la nuit.

Je ne regarderai ni l'or du soir qui tombe,
ni les voiles au loin descendant vers Harfleur,
et quand j'arriverai, je mettrai sur ta tombe
un bouquet de houx vert et de bruyère en fleur.


Mañana, al amanecer, a la hora en que el país está blanqueando,
me iré. Ya ves, sé que me estás esperando.
Iré por el bosque, iré por la montaña.
No puedo estar lejos de ti por más tiempo.

Caminaré con los ojos fijos en mis pensamientos,
sin ver nada fuera, sin oír ningún ruido,
solo, desconocido, con la espalda doblada, las manos cruzadas,
triste, y el día para mí será como la noche.

No miraré el oro que cae,
ni las velas en la distancia que descienden hacia Harfleur,
y cuando vaya, pondré en tu tumba
un ramo de acebo verde y brezo en flor.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Cultivando poesía (XXIV)

Y sin quererlo, nuevamente vuelvo a sorprenderme.

Alrededor tuyo se va formando
esa imagen única que tú,
tan solo tú,
vas formando,
con tu voz única
y tu manera única de sonreír,
y de decirlo todo tan solo con tus ojos,
y de pedir perdón cuando,
sin quererlo,
pasas a mi lado y no me dices adiós;
pero es entonces justo cuando más te quiero,
pues sé que te darás la vuelta
y podré verte de nuevo,
haciéndome así la persona más feliz
del mundo,
queriendo ser parte de esa imagen
única que tú,
y tan solo tú,
conformas.

lunes, 11 de septiembre de 2017

El peor poeta del mundo


A más de uno nos sigue sorprendiendo que haya gente que haya llegado a la fama a través de sus maneras maleducadas e ignorancia completa del mundo que les rodea y que, en todo su orgullo, se regocijen de ello.

Algo parecido ocurrió hace un par de siglos, cuando William Topaz McGonagall (Edimburgo, 1825), tejedor y actor aficionado, comenzó a escribir poesía. Muchos de sus contemporáneos lo consideran como un personaje cómico y no como un poeta propiamente dicho. Sea como fuere, lo cierto es que su obra, por llamarla de alguna manera, llegó a alcanzar alrededor de los doscientos poemas, siendo considerados muchos de ellos como los peores de la historia británica. Llegó a tomar tal notoriedad que a día de hoy su nombre es ya parte de la historia. 

Su poema más conocido se titula "The Tay Bridge Disaster" ("La tragedia del puente Tay"), que relata los acontecimientos de la noche del 28 de diciembre de 1879, cuando, durante un fuerte temporal, el puente Tay Rail cerca de Dundee se derrumbó mientras un tren pasaba por él:

The train into the girders came,
And loud the wind did roar ;
A flash is seen-the Bridge is broke-
The train is heard no more.

"The Bridge is down, "the Bridge is down,"
in words of terror spread ;
The train is gone, its living freight
Are numbered with the dead.


El tren hacia las vigas vino
y alto fue el rugido del viento;
un destello es visto -el Puente ha caído-.
El tren ya no es oído.

"El puente ha caído", "el puente ha caído",
en palabras de terror propagado;
el tren se ha ido, su carga viva
con los muertos es contado.

(El Tay Bridge desplomado, visto desde el norte).

Su obra lleva por título los siguientes nombres: Poetic gems, More poetic gems, Still more poetic gems, Yet more poetic gems, Further poetic gems, Yet further poetic gems, Last poetic gems. En español sería algo así como: Gemas poéticas, Más gemas poéticas, Aún más gemas poéticas, Incluso más gemas poéticas, Gemas poéticas extra, Aún más gemás poéticas extra, Últimas gemas poéticas.

Con todo ello podríamos pensar que, efectivamente, no fue poeta, sino una especie de cómico que, de una u otra manera, consiguió reírse del mundo con toda la seriedad del mundo.

PD: Aquí el vídeo a través del cual descubrí a este fantástico personaje y en el que se explica de manera más fehaciente su figura y su obra:





lunes, 4 de septiembre de 2017

José Luis Hidalgo


La muerte suele resultar nefasta y razón de poca simpatía. Pero no para José Luis Hidalgo -al menos artísticamente hablando-.

José Luis Francisco Hidalgo Iglesias de nombre completo (Cantabria, 1919) quedó huérfano de madre a muy corta edad. Además, su participación en la Guerra Civil le impregnó de sensaciones e imágenes horribles. Todo ello en su conjunto le ayudó a sacar su faceta creativa, tanto poética como artística, cultivando la poesía y la pintura a partes iguales. 

Es considerado como uno de los mejores representantes de la poesía existencial española de posguerra y precursor de la denominada "Quinta del 42".

Publicó cuatro libros: Raíz (1944), Los animales, Los muertos y Canciones para niños (1951). Además, es autor de la novela La escalera, única del género dentro de toda su obra. Está fechada el 12 de enero de 1946 en Valencia, apenas un año antes de su fallecimiento.

(Monumento en Santander, en el Parque de Mesones, obra de Jesús Otero).

Cabe destacar su poema "Estoy maduro", poema en el que asume que su momento llegaría antes de lo naturalmente esperado -murió a la edad de veintisiete años a causa de neumonía, siendo la mayor parte de su obra publicada de manera póstuma- y "Te busco", poema que nos permite acercarnos a su percepción del fin.

Debido a su escasa obra y a la brevedad de cada composición, nos despediremos con los mismos.


Estoy maduro

Me ha calentado el sol y a tantos años
que pienso que mi entraña está madura
y has de bajar, Señor, para arrancarme
con tus manos inmensas y desnudas.

Pleno y dorado estoy para tu sueño;
por él navegaré como una luna
que irá brillando silenciosamente,
astro frutal sobre tu noche pura.

Una nube vendrá y acaso borre 
mi luz para los vivos y, entre lluvia,
zumo dulce de Ti, te irá cayendo
la savia de mi ser, como una música.

Será que estaré muerto y entregado,
otra vez, a la tierra de las tumbas.
Pero, sangre inmortal, mi roja entraña
de nuevo quemará tu luz futura.


Te busco

Déjame que, tendido en esta noche,
avance, como un río entre la niebla,
hasta llegar a Ti, Dios de los hombres,
donde las almas de los muertos velan.
Los cuerpos de los tristes que cayeron,
helados y terribles me rodean;
como muros, encauzan mis orillas,
pero tengo desiertas mis riberas.
Yo no sé donde estás, pero te busco;
en la noche te busco, y mi alma sueña.
Por los que ya no están, sé que Tú existes
y por ellos mis aguas te desean.
Y sé que, como un mar, a todos bañas;
que las almas de todos Tú reflejas
y que a Ti llegaré cuando mis aguas
den al mar de tus aguas verdaderas.


miércoles, 30 de agosto de 2017

Phillis Wheatley: de Senegal a la historia

(Retrato de Phillis Wheatley).

Nunca fui partidario de la reproducción literal de un texto -digo texto como digo enlace a otra página o a un vídeo cualquiera- y tener así un artículo empezado y terminado al mismo tiempo, pero quisiera añadir un texto a modo de resumen gracias al cual descubrí la figura de la protagonista de hoy. El mérito es de Simplemente ellas:


"Fue llamada Phillis, porque así se llamaba el barco que la trajo, y Wheatley, que era el nombre del mercader que la compró. Había nacido en Senegal. En Boston, los negreros la pusieron en venta:

-¡Tiene siete años! ¡Será una buena yegua!

Fue palpada, desnuda, por muchas manos. A los trece años, ya escribía poemas en una lengua que no era la suya. Nadie creía que ella fuera la autora. A los veinte años, Phillips fue interrogada por un tribunal de dieciocho ilustrados caballeros con toga y peluca. Tuvo que recitar textos de Virgilio y Milton y algunos pasajes de la Biblia, y también tuvo que jurar que los poemas que había escrito no eran plagiados.

Desde una silla, rindió su largo examen, hasta que el tribunal la aceptó: era mujer, era negra, era esclava, pero era poeta".


Nació en 1753 y fue la primera escritora afroamericana en publicar un libro en los Estados Unidos (Poems on various subjects, "Poemas de varios asuntos", 1773). Raptada y sometida a la esclavitud con tan solo siete años, la familia de mercaderes se aseguró de que recibiera una buena educación, incluyendo estudios de latín, griego, mitología e historia. Pronto dominaría el inglés, con su primer poema publicado hacia 1767 a la edad de 13, en el Newport Mercury. Era intelectualmente dotada, lo que fue un aliciente para convertirse en la mujer que fue.

(Poema original "To the university of Cambridge, in New England).

George Washington admiraba su poesía, llegándose a referir a ella por su "gran genio poético". Y si esta se caracterizaba muchas veces por su contenido cristiano, se debe a que fue convertida a esta fe a través de John y Susannah Wheatley, sus compradores.

(Estatua de Phillis Wheatley en Boston).

Tras la muerte de John y Susannah Wheatley, Phillis contrajo matrimonio con un negro liberto y de profesión verdulero llamado John Peters. Luego de que su marido la abandonara, realizó tareas domésticas como sirvienta. Ni el trabajo duro ni su habilidad artística le brindarían prosperidad, lo que desembocaría en su temprano deceso a la edad de 31, sumida en la pobreza, y muriendo su tercer hijo unas horas después. Un segundo volumen de poesía en el que se encontraba trabajando se ha perdido.


Muchos de sus poemas están dedicados a personalidades famosas. Escasa vez menciona su propia situación en los poemas que escribe. Uno de los pocos que tratan la esclavitud es "On being brought from Africa to America" (Sobre el ser traída desde África hasta América):

`TWAS mercy brought me from my Pagan land,

Taught my benighted soul to understand

That there's a God, that there's a Saviour too:

Once I redemption neither sought nor knew.

Some view our sable race with scornful eye,

"Their colour is a diabolic dye."

Remember, Christians, Negroes, black as Cain,

May be refin'd, and join th' angelic train.´



Fue la gracia la que me trajo desde mi tierra pagana,

le enseñó a mi ignorante alma a entender

que hay un Dios, que hay un Salvador también:

Una vez no he buscado ni sabía de la redención.

Algunos ven a nuestra oscura raza con ojo desdeñoso,

"Su color es un hito diabólico."

Recordad, cristianos, negros, tanto como Caín,

Podrán ser refinados, y unirse al angélico tren.