miércoles, 9 de octubre de 2019

Poesía futurista, Mussolini y abrazos


Filippo Tommaso Marinetti es uno de esos pocos afortunados cuya vida parece propia de una película o de un personaje ficticio, vaya.

Nacido en Alejandría, en Egipto, en 1876, es fundador del futurismo, co-escritor del Manifiesto Fascista, amigo de Mussolini (de hecho, es a él y no a Mussolini a quien se le considera el padre del fascismo italiano), licenciado en Derecho, dramaturgo. Y poeta.

Hablar de él resulta extenso, por lo que me limitaré a recordar que este hombre, amigos míos, fue quien escribió el Manifiesto Fascista.


Cuando me dijeron que te habías marchado
adonde no se vuelve,
lo primero que lamenté fue no haberte abrazado más veces,
muchas más,
muchas más veces, muchas más.

La muerte te llevó y me dejó
tan solo,
tan solo,
tan muerto yo también.

Es curioso,
cuando se pierde alguien del círculo de poder
que nos-ata-a-la vida,
ese redondel donde solo caben cuatro,
ese redondel,
nos atacan reproches (vanos),
alegrías
del teatro,
que es guarida
para hermanos
y una pena pena que no cabe dentro
de uno,
y una pena pena que nos ahoga.

Es curioso,
cuando tu vida se transforma en antes y después de,
por fuera pareces el mismo,
por dentro te partes en dos
y una de ellas,
y una de ellas
se esconde dormida en tu pecho,
en tu pecho
como lecho
y es para siempre jamás,
no va más,
en la vida,
querida,
la vida,
qué tristeza no poder
envejecer
contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario