sábado, 2 de noviembre de 2019

Diego el Cigala: adelante

¿Qué sucede cuando existe un músico al que todos conocen pero del que, inexplicablemente, nadie ha escuchado jamás su música? Un músico que, desde la capital española -recordemos que la cuna del flamenco no es Madrid, sino Sevilla, dos ciudades separadas por 534 km- comienza a experimentar en el flamenco desde sus inicios.



(Arriba, dos amigos cercanos: Diego Ramón Jiménez Salazar y Gabriel José de la Concordia García Márquez).

Gracias a su padre, José de Córdoba, don Diego el Cigala pudo escuchar a centímetros escasos de él al mismísimo Camarón, quien acudía a su casa como uno más de la familia. Así, el Cigala llega a incursionar en la música cubana, en el son, en los boleros, en la salsa, en la bachata...

Llegó a grabar un álbum con Bebo Valdés, Lágrimas Negras (2003), álbum doble -o mejor dicho, dividido en dos partes, casi independientes la una de la otra- que revisaba clásicos de la canción cubana. Lo interesante de esta historia es que en mi país, España, a este hombre no se le reconoce como bien debiera, teniendo en cuenta que existen decenas, cientos de interpretaciones y reinterpretaciones de canciones tradicionales y muy de vez en cuando, llega una que sobresale entre las demás.

Pues bien, es justo este álbum ese "de vez en cuando". Y si no, juzguen ustedes mismos.



Eu sei que vou te amar
Por toda a minha vida eu vou te amar
Em cada despedida eu vou te amar
Desesperadamente, eu sei que vou te amar

E cada verso meu será
Pra te dizer que eu sei que vou te amar
Por toda minha vida

Eu sei que vou chorar
A cada ausência tua eu vou chorar
Mas cada volta tua há de apagar
O que esta ausência tua me causou

Eu sei que vou sofrer a eterna desventura de viver
A espera de viver ao lado teu
Por toda a minha vida

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