lunes, 5 de junio de 2017

Cultivando poesía (XII)

Hay poemas especiales. Pero sobre todo, y mucho más importante, hay personas especiales.


A sus ojos

Eres como el frío repentino
que llega al decir adiós.
Eres,
no sé cómo decírtelo,
mi todo.
Pero acaso tú eres más,
pues en tu nombre va escrita
la flor que nos bombea los cuerpos
y nos da la vida;
la flor que,
cuando muere,
muere para quedarse,
pues cada luz que se enciende,
cuando se enciende a sí misma,
enciende también los ojos de quien la mira.

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